Consejos para consumir un paquete de loncheado ibérico

El primero y más importante es la conservación del producto.

El primero y más importante es la conservación del producto. El paquete de loncheado debe conservarse siempre en un lugar fresco y seco. Es fundamental evitar cambios bruscos de temperatura para que el producto no pierda sus propiedades.

Durante los meses más cálidos del año podréis meter los paquetes de jamón de bellota ibérico D.O. Guijuelo en la parte baja de la nevera o incluso, en caso de que dispongáis de ella, en una cava de vinos. La conservación ayudará a que el producto esté fresco y en perfecto estado para consumirlo.

¿Cómo preparar el producto?

En caso de que tengáis el loncheado de bellota ibérico D.O. Guijuelo fuera de la nevera, es recomendable abrirlo quince minutos antes de consumirlo. Gracias a ello, el jamón podrá airearse, oxigenarse y desprender todo su sabor y aroma. Si por el contrario, decidís consumirlo directamente, no podréis apreciar el producto al 100%.

En caso de que tengáis el loncheado en la nevera, lo ideal es sacarlo con dos o tres horas de antelación para que el jamón se atempere. Después tendréis que presentarlo en una fuente y consumirlo pasados quince minutos. Si queréis adelantar el proceso, también podréis sacar el jamón de la nevera y sumergirlo en agua templada durante un par de minutos.

¿Qué tipo de loncheado es mejor?
Es también importante el tipo de loncheado a la hora de consumir jamón ibérico. Entre las opciones que podréis encontrar en el mercado se encuentran el loncheado a mano y el loncheado a máquina.

¿Cuál es mejor?
Los expertos del jamón siempre se decantan por un tipo de loncheado a mano, puesto que es mediante este corte como mejor se aprecian y diferencian los cinco sabores del jamón ibérico. Por lo tanto, el loncheado a mano es una obra mucho más costosa y delicada, lo que encarece el producto. El loncheado a máquina ofrece un sabor especial al jamón ibérico Guijuelo que no se puede conseguir mediante el loncheado a mano.